Novela histórica

La literatura ha visto como sus grandes géneros se iban nutriendo de subgéneros y, además, unos y otros, de etiquetas calificativas que pretendían y pretenden compartimentar cada obra en determinados espacios, para bien y para mal. Porque lo que a priori quiere ser una mera etiqueta o un elemento clasificatorio acaba convirtiéndose en un dirigismo, en una reorientación de ida y vuelta entre obra y lector, entre lector de obra con esa etiqueta determinada y el autor y su obra.

Hace unos cuantos años, un editor que sabía mucho y que tenía una gran visión del mercado editorial me dijo que si escribía novela me olvidara viejos clichés como, negra, aventuras, histórica, thriller, …, que las tendencias estaban empezando a cambiar y que esos cambios se producirían de forma radical y definitiva. Cuando escribas una novela piensa en todos los subgéneros antes mencionados –me decía con acierto- y enriquecerás tu obra.

Aquella reflexión estuvo presente en mi cabeza hasta hoy. Incluso a sabiendas de que los editores, tal vez debería decir editoras, pues son mayoría, empiezan a acotar el abanico centrándose en novela negra, novela femenina (¿?) y novela histórica. El caso es que la novela histórica actual está copando las novedades y las listas de ventas. Pero ¿qué se entiende por novela histórica hoy en día? Creo, sin ambages, que novela histórica es casi todo. Desde el hecho de crear una ficción durante un período determinado de la historia de la humanidad, en la que todo lo que se aporta es historia menos los diálogos y algunas otras recreaciones, hasta una novela actual cuya trama gire alrededor de un hecho, de un personaje, de un lugar, de un monumento o de un artefacto, históricos. Incluyendo aventura, pinceladas de serie negra, suspense, acción, amor, etc. Yo Claudio de Robert Graves, El nombre de la rosa de Umberto Eco, La fiesta del chivo de Vargas Llosa, Memorias de Adriano de MargueriteYourcenar o El Hereje de Miguel Delives, son algunos grandes ejemplos de novelas históricas, muy diferentes entre ellas. Como también lo son las de Patrick O’Brien y las de Arturo Pérez Reverte y muchas otras.

Dos de mis libros son novelas históricas muy diferentes entre sí, El informe Manila que cuenta el viaje de redescubrimiento de las islas Salomón en 1595 y Las luces del norte en las que un grupo de investigadores de la Universidad de Alaska estudian la presencia española en las aguas del noroeste americano durante el siglo XVIII.

Antes de finalizar esta reflexión sobre la literatura y sus géneros, subgéneros, etc., y en referencia a las novelas históricas, simplemente recordar a esas voces, pocas, que algunas veces se levantan menoscabando la novela histórica, menospreciándola por ser subgénero, no alta literatura, simplemente lamentar la estrechez de miras, el clasismo, el falso snobimo en el que se apoyan muchos que no venden libros y que se amparan también falsos malditismos, lugar de cobijo para mediocres. Otras voces atacan diciendo que las novelas históricas falsean la historia, algunas de esas voces se autoproclaman historiadores profesionales (Algunos autores de novela histórica son historiadores). Recordar, simplemente recordar, que estamos hablando de literatura. Que la literatura es ficción, apoyada o no en elementos históricos, con los susodichos elementos históricos presentes en mayor o menor porcentaje. La novela histórica es novela, antes que nada. Y una novela, histórica o no, está mejor o peor escrita (difícilmente se publica una mala novela que ningún editor quiere tirar el dinero), y gusta más, menos, o nada. Los críticos literarios se encargan de la literatura, novela histórica incluida, y no de los tratados escritos por historiadores, que para esas publicaciones ya hay otros historiadores encargados de concordar o no con lo allí escrito, sin hacerles crítica literaria.

Comentarios

  1. La lectura de tu entrada me hizo pensar en los escritos de los propios autores de gestas destacables. Básicamente estoy pensando en "Sailing alone around the world" de Joshua Slocum, el primer navegante que circunnavegó el globo en solitario en su mítico "Spray".
    ¡Ah...! "Spray", "Surprise","Santo Cristo de Maracaibo", "Nai"... nombres de embarcaciones que me trasladan imaginariamente a un mar de aventuras. Como hacen algunos relatos... ¿Nóvela histórica, novela, literatura de viajes....? Que importa el epígrafe en el que situarlos en una biblioteca, ¿no crees?

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