Bitácora de Pemón Bouzas

Que este título tan particular no nos equivoque, ni su ubicación junto a las llamadas novelas románticas en las estanterías de las librerías de Fnac, El Corte Inglés… Ni siquiera nos dejemos engañar por la cubierta a lo Lara Croft del periodismo. No se trata de un folletín amoroso ni de una novela romántica. Nada de eso. Solo los tontos creen en el amor (Esencia - Grupo Planeta) es una novela con una historia muy actual, con una protagonista, Lina Babia, que se enfrenta a lo que ella considera sus necesidades vitales básicas, a saber, un buen trabajo en la redacción de un programa de televisión y la necesidad de amar a alguien, pero también al maniqueísmo y a la perfidia. La novela se mueve entre los dos ámbitos, el laboral y el personal, que muchas veces se cruzan, de una manera muy fluida, muy creíble, natural, al margen de que el lector o la lectora se puedan identificar en mayor o menor medida con la protagonista o, muy probablemente, con alguno de los personajes sobre los que se

El día 16 de octubre de 1998, mi amiga Sara Gómez , que por aquél entonces era la jefa de comunicación de la editorial MR Ediciones del grupo Planeta, me llevó a la editorial y me presentó a José María Calvín , que era el director. Mantuvimos una interesante conversación y fruto de ella surgió la idea de que escribiera un libro sobre las leyendas, las tradiciones y los mitos gallegos. Teniendo en cuenta los plazos, le propuse a mi amigo y compañero en tareas televisivas Xosé Antonio Domelo la posibilidad de escribirlo a cuatro manos, dada la premura de tiempo para la entrega y la cantidad de documentación que habría que consultar. Así fue como nos pusimos a ello y, tras tres esquemas diferentes, en febrero de 1999 empezamos con el definitivo. Recorrimos más de cuatro mil quilómetros por la geografía gallega, consultando con vecinos, comprobando in situ la realidad de monasterios, petroglifos, restos arqueológicos, museos, etc. Antes de acabar el año habíamos terminado de escrib

“El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos y el amor no lo reflejo como ayer…” Me vienen a la memoria estos versos de Pablo Milanés ahora que evoco el año 2004, un año de “aguas turbulentas” como reza la canción de aquellos otros dos americanos Simon&Garfunkel . Pero no la liemos, que el tema no es la música, es otro. El tiempo pasa porque el año 2004 fue ayer y sin embargo parece que ha pasado una eternidad. Recuerdo perfectamente que aquél amanecer del 11 de marzo de 2004 estaba llegando a Madrid , viajaba en coche. De pronto, aquella prometedora mañana se oscureció de sombras siniestras, de truenos malditos y de fuego aterrador. En un suspiro, 199 muertos y miles de heridos, millones en realidad, porque aquella masacre terrorista nos hirió a todos. Me esperaban en mi editorial, MR Ediciones , en el edificio que el grupo Planeta tiene en la calle Recoletos. Cuando conseguí llegar estaba teniendo lugar la concentración de trabajadores de las distintas compañías en la entrada de

No voy a descubrir nada diciendo que Alaska es uno de los lugares del planeta que más me apasiona, no el único, pero sí uno de los más espectaculares que he visitado. No en vano, mi segunda novela publicada, Las luces del Norte (Styria), desarrolla su acción sobre todo en Alaska, aunque también en Madrid, San Blas, California y Canadá. El sábado pasado, 23 de enero de 2010, he vuelto allí, a Alaska, de una manera virtual, viajando con Álvaro Soto y su equipo del programa NÓMADAS de Radio Nacional de España . Álvaro me recogió en el aeropuerto de Fairbanks y, en una Cesna, volamos hasta Fort Yukón , ocho millas al norte del círculo polar ártico. Este programa de RNE tiene su propia página en la web de RTVE, sitio en el que permiten a los oyentes escuchar la radio a la carta. Para los interesados en este viaje virtual a Alaska os facilito en enlace. Mi intervención está en los veinte minutos finales, pero os recomiendo el programa entero. Alaska: la última frontera (Nómadas)

La Costa Noroeste de América es un amplio espacio, un vasto territorio bañado por las frías aguas del océano Pacífico , plagado de islas, archipiélagos, cabos, estrechos, bahías… Es tan amplia la Costa Noroeste que va desde la desembocadura del río Columbia, que es frontera natural entre Estados Unidos y Canadá, entre el estado de Washintong y la provincia de la British Columbia , hasta el estado de Alaska. El paisaje ofrece un panorama de bosques frondosos que llegan hasta el océano, dejando muy poco espacio para playas de arenas oscuras o de cantos rodados. Las industrias madereras ha sido, desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX, hasta hoy en día, dominadoras de una parte importante de la actividad laboral. La pesca es el otro gran sector industrial. Desde mediados de los años 90 del siglo pasado, el turismo se ha convertido en uno de los sectores emergentes, sobre todo durante los meses de verano y en algunas fechas invernales. Para los turistas, una de las rutas

Están de moda los vinilos. El coleccionismo, dicen, es el culpable. Casi siempre tiene que haber un motivo comercial para que algo vuelva a los mercados. No nos engañemos, el vinilo no está aquí para acabar con los CD ni con MP3 ni con otras formas de reproducción musical. Está aquí, girando de nuevo en los tocadiscos, para satisfacer las querencias, los gustos, de los que nos hemos criado durante su dominio. No soy un rara avis reconociéndome como uno de los que disfrutan con ese soporte tan evocador, nostálgico tal vez, aunque yo creo que lo que ofrece el vinilo tiene más que ver con el placer por un sonido peculiar que es el que acompañó durante décadas al mundo de la música, al sector discográfico y a los que poníamos nuestros discos en casa o los escuchábamos en las emisoras de radio. Durante los ochenta y los noventa del pasado siglo algunos sibaritas de la tecnología miraban por encima del hombro a la mayoría de los mortales porque tenían un equipo hi-fi con unas prestaciones

O exercicio da escritura, xa de por si complexo, require ás veces dun esforzo adicional superior, incluso extremo. Sobre todo cando se xuntan escritura e memoria, memoria persoal, memoria que atinxe ó máis íntimo da persoa e dos seres queridos, da familia, dos maiores. Esforzo superior cando hai que ir descubrindo o que os pais e os avós xa non poden contar. Cando hai que converter os descubrimentos e a ausencia deles en novela. Si é novela, é ficción, ou non? O caso é que Suso de Toro ven de publicar en Xerais unha novela titulada Sete Palabras hai un par de meses. O caso é que en Sete Palabras Suso de Toro indaga nas orixes da rama paterna da súa propia familia e nolo conta de xeito novelado, de maneira maxistral. Tiven a oportunidade de dicirllo, de dicirlle que me pareceu a mellor novela que tiña escrito, e estamos a falar dun dos mellores escritores contemporáneos (non me refiro unicamente á literatura galega), con obras coma Tic Tac, Ambulancia, Polaroid, Home sen nome… Suso d

Dos recomendaciones de libros publicados a finales de 2009. El balneario de La Isabela, sumergido buena parte de él bajo las aguas de un pantano, es el lugar elegido por Teresa Viejo para ubicar las historias que cuenta en su espléndida novela La memoria del agua , obra con la que se estrena en la ficción literaria. En La memoria del agua Teresa Viejo indaga en la historia del balneario, un lugar envuelto en el misterio, en el que no faltan las descripciones de una sociedad costumbrista que cultivaba su pasión por el termalismo, una leyenda que habla de actividades oscuras, asesinatos, y por lo tanto investigaciones policiales, pero también amores y mucha pasión. Cuando me hablaba de su libro, los ojos ya de por sí resplandecientes y hermosos de Teresa refulgían emoción, ilusión, pasión y orgullo, además de una enorme satisfacción. Teresa Viejo pasa con nota su primera incursión en la novela enfrentándose al nada fácil reto de tener que lidiar con los que piensan que es una intrusa e