Mismaloya llora la muerte de "la gata"

Se fue la gata y Mismaloya llora. Ni siquiera el dramaturgo norteamericano Tennessee Williams, que vio trasladadas al cine varias de sus obras supremas, Un tranvía llamado deseo, La gata sobre el tejado de zinc caliente, La noche de la iguana,…, habría podido imaginar una obra tan repleta de pasiones, celos, adulterios,…, tan vital, al fin y al cabo, como el fruto de la turbulenta relación entre los actores británicos Richard Burton y Elizabeth Taylor. Elizabeth fue la gata en un duelo de interpretación con Paul Newman. El papel de Maggie que la Taylor borda, es uno de los inolvidables de la historia del cine.

Elizabeth Taylor

Elizabeth Taylor no se subió al tranvía, que lo hizo Vivien Leigt (muy bien, por cierto), ni entró en el hotelito de Puerto Vallarta en el que transcurría buena parte de la trama de La noche de la iguana. Pero Richard Burton sí entró.

Cuando John Huston decidió adaptar la obra de Tennessee Williams escogió una pequeña loma sobre la playa de Mismaloya, saliendo de Puerto Vallarta (México) hacia el sur. Para rodar allí se desbrozó un poco el monte de pinos, palmeras y arbustos, y se construyó el decorado del hotel que regentaba Ava Gadrner y que visitaban Burton y Deborah Kerr. Casi todo el decorado estaba formado por los elementos de una fachada con amplia terraza que miraba al mar y la cafetería anexa.

Ava Gadrner y Richard Burton. La noche de la iguana.


La gata no estaba en esa película, estaba en la playa de Mismaloya tomando el sol y dándose unos baños en las cristalinas y cálidas aguas del océano Pacífico. El rodaje tenía lugar en el año 1963. Burton estaba casado y la Taylor también. Ambos se habían conocido durante el rodaje de la monumental Cleopatra generando un escándalo que, en aquella época, por ser estrellas del star system, fue recogido por la prensa mundial. La tórrida relación llegó a Mismaloya. Burton había alquilado una casita en el barrio antiguo de Vallarta, para vivir en ella durante el rodaje, y Elizabeth Taylor alquiló otra justo enfrente, no querían dar que hablar, ya que cada uno de ellos continuaba casado con sus respectivos cónyuges. Sin embargo, decidieron construir un puente desde la terraza de una vivienda a la otra, por encima de la calle, para poder visitarse.

El puente del amor. Puerto Vallarta.


La noche de la iguana se rodaba de día en la colina de Mismaloya y se vivía de noche en dos casas comunicadas por el puente del amor, así bautizado por los vecinos de Vallarta. Con el paso de los años, el lugar es uno de los atractivos turísticos de la zona. Años más tarde, los abandonados decorados del hotel de la película fueron reconvertidos en restaurante de lujo en el que, mientras se degustan platos exquisitos, en la misma terraza en la que Burton, Deborah Kerr y Ava Gadrner realizaron unas interpretaciones sublimes, se puede ver La noche de la iguana en cualquiera de los muchos monitores repartidos por el local. Antes, si es posible, es aconsejable buscar un pequeño y empinado sendero que en dos minutos deja a uno sobre la arena de la playa. El chapuzón es igualmente aconsejable, aunque solo sea para sentir la sensación de sudar mientras se nada, porque el agua puede estar a 28 o 29 grados, para encontrar frescor hay que bucear un poco.

Richard Burton dejó la playa huérfana en 1984. En 2011 ha sido la gata la que ha dicho adiós. Por eso llora Mismaloya. Por eso lloran en Vallarta. Pero les queda el orgullo de saber que, aunque nadie la vio en el cine, Elizabeth Taylor protagonizó en Mismaloya La Noche de la Iguana.

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