La muerte del cazador

En el año 1979 Plaza & Janes publicaba un libro titulado UN MUNDO QUE AGONIZA. Yo lo leí en los primeros meses de 1980. Fue una experiencia extraordinaria. En aquella edición se incluían ilustraciones de José Ramón Sánchez que, de verdad, complementaban el texto maravillosamente, extendiendo aún más, si cabe, el valor y la fuerza ecológica de aquella obra. UN MUNDO QUE AGONIZA había sido escrito por el cazador que escribe, que escribía hasta antes de ayer, pues ayer emprendió otro viaje, el definitivo. En algún sitio leí que debería ser libro de lectura obligatoria para los niños y niñas en las escuelas, y estoy de acuerdo, pero antes habría que recuperar las escuelas, la humanidad y las humanidades en la enseñanza, pero antes habría que recuperar la humanidad y las humanidades en la sociedad, para que la enseñanza tuviera un plan y ese plan fuera humano y verdaderamente educativo.

Yo había llegado a la obra de “el cazador” a través de EL CAMINO con el que paso a paso descubrí la profundidad de Castilla y la hondura de sus gentes, pero también la sabiduría de un pueblo que se expresaba a través de cada pedalada, de cada paseo, de cada tiro de “el cazador”. Luego llegaron a mí LAS RATAS, LA MORTAJA, LOS SANTOS INOCENTES, EL DISPUTADO VOTO DEL SEÑOR CAYO… Hasta que en 1998, el cazador decidió publicar EL HEREJE, una de las mejores novelas que he leído.






UN MUNDO QUE AGONIZA fue escrito por el cazador. A él he vuelto ayer para acercarme virtualmente a su capilla ardiente en Valladolid, para enviarle un mensaje, y me he encontrado algunas frases como estas:
“fabricar un hombre es una actividad infinitamente más sencilla y agradable que fabricar un automóvil, con lo que nunca ha de faltar el recambio para un hombre inutilizado”.
“…mayor preocupación que hacer justicia ha sido para los gobernantes buscar la manera de entretener al pueblo para que no la pida”.
“Esta sed insaciable de poder, de elevarse en la jerarquía del picoteo, que el hombre y las instituciones por él creadas manifiestan frente a otros hombres y otras instituciones, se hace especialmente ostensible en la Naturaleza”.


No, viejo cazador, no, no te has ido ni te irás nunca. Miles de hojas impresas con tus pasos, tus paisajes, tus pasiones y tus palabras lo atestiguan.

Comentarios

  1. Bonito homenaje a un grande entre los grandes...

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Su obra y su personalidad me inspiran, como a tanta gente.

    ResponderEliminar
  3. Caríssimo Pemóm,

    Acabo de receber em minha casa. o livro de co-autoria com Xosé Domelo.
    prometo uma leitura atenta dos Mitos, Ritos e Lejendas de Galícia.
    Um abraço
    Manel

    ResponderEliminar
  4. Espero, amigo Manel, que Mitos... resposnda ás espectativas que voçe puxo no livro.
    Unha aperta.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Publicacións populares deste blog

La Aldea Maldita

Francisco Caamaño en el Ministerio de Justicia

San Pedro de Rocas en Cuarto Milenio