Premios Planeta (y 2), Contra el viento.

Como decíamos ayer… los premios Planeta son muy planetarios. En esta edición 2009 la dinámica organizativa ha sido semejante a la de años anteriores. Todo comienza la víspera, día 14 de octubre, con una rueda de prensa a la que concurren muchos periodistas de diferentes medios de comunicación y que en las últimas ediciones se celebra en el Teatre Nacional de Catalunya. Allí están presentes los miembros del jurado y José Manuel Lara Bosch, el dueño del Planeta y los satélites. Generalmente todo discurre por los derroteros de siempre, preguntas sobre posibles candidatos a ganadores, pistas sobre las novelas favoritas, ventas de la edición anterior, etc., lo que ya se ha convertido en una tradición es la primera pregunta de la rueda de prensa, pregunta críptica y a veces surrealista, que hace mi buen amigo Xurxo Fernández, de El Correo Gallego. Luego una buena comida y el contacto con amigos y colegas, periodistas y escritores, llegados de todas partes.
Se hace la noche y la cena tiene lugar en algún restaurante que ofrece algo distinto. En esta ocasión le tocó al Steakeasy, en el que nos ofrecieron un maridaje entre estupendos platos y no menos buenos cócteles. El resultado fue increíble. La noche acabó en Luz de Gas con Moët Chandon. Las burbujas nos acompañaron en los dulces sueños.
El día de autos es el de Santa Teresa, es decir, el 15 de octubre. Si yo supiera que tres o cuatro ángeles de Charlie, versión Barcelona, me estaban esperando en algún lugar para tomar unas cañitas, abría desestimado la agradable compañía de Alfonso García, director del Filandón del Diario de León, o la de Xurxo, o la de quien aquél mediodía compartió conmigo mesa y mantel. Pero el facebook a veces queda fuera de cobertura y esas cosas pasan. Afortunadamente, al día siguiente hubo cañitas con Virtu, Silvia y Sara, bajo la atenta mirada de Xurxo y Alfonso.

La noche llegó, y el Palau de Congresos de Catalunya acogió a los mil invitados a la gala literaria en la que la estrella fue Ángeles Caso. Ganó con una novela magnífica titulada Contra el Viento, es una historia de supervivencia, de lucha, de amor y de violencia, con una caboverdiana como protagonista. El finalista resultó ser Emilio Calderón con la obra titulada La bailarina y el inglés, que aun no he leído. Todo acabó en la discoteca adyacente al Palau, en la que las estridencias pronto fueron eclipsadas por la frescura de las chicas y chicos planetarios, por el Emilio televisivo, por un puñado de escritoras y escritores, otros colegas de prensa y las dos reinas de las vanidades.
Algunos contaron ovejitas, otros gintonics y, los menos, vieron titilar estrellas en el cielo. ¡Oh! ¡Qué será! ¡Qué será!
Yo pasé la noche hablando con Carmen Fernández de Blas, mi editora, con Eslava Galán, Ángeles Caso, Teresa Viejo…, y echando unos bailes con las más guapas y los más guapos.
Buenas noches.

Comentarios

  1. seguimos queriendo que nos cuentes la cara oculta de los Planeta.Esas noches que acaban al amanecer en el hotel, las confidncias literarias,los corrilos de quienes sqben quien de verdad esta triunfando en las letras y quien es un ·bluff".Ahora que esta de moda que los editores escriban sus cuitas profesionales,algunos deberiais contarnos esas cosillas que os guardais.
    Queremos un "dec2 o un "salvame" de las letras

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  2. Sería muy divertido. Tu y yo sabemos de los amores y odios entre escritores. De cómo se miran de reojo pensando "cómo puede ser que esa niñata venda más que yo, que soy divina" o como algún ganador de premios se crea ya literato cuando lo que tiene es un buen agente.
    De momento, me conformo con leer mucho y aprender de todos, también de divinas, niñatas y estirados.

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