Santiago de Compostela y La Rosa de Coimbra

Rúa do Vilar e Torre do Reloxio
Santiago de Compostela


Santiago de Compostela es una ciudad nacida tras el descubrimiento de la tumba del apóstol. Al principio a la sombra de la pequeña iglesia que se levantó sobre la tumba, después, bajo la influencia de una catedral cada vez más poderosa, siempre hermosa en los diferentes estilos que la han ido modificando, románico, barroco, plateresco, neoclásico.
Tanto la fe como la monumentalidad arquitectónica del templo han hecho que a lo largo de la historia hayan sido millones los peregrinos a Compostela. Un dato, durante períodos de la Edad Media se estima que pudieron llegar a Santiago medio millón de peregrinos al año. Son cifras que parecen de nuestro tiempo.



Pero Santiago fue forjando su historia, y sus leyendas, a lo largo de los siglos. Cada rincón tiene su historia que contar, y no todas son conocidas por el gran público. Por ejemplo, una de sus calles más concurridas, por estar en la zona monumental y llegar hasta la Catedral, por ser zona de vinos y tapas, lugar frecuentado por estudiantes universitarios y turistas, la Rúa da Raíña, debe su nombre a una santa peregrina a Compostela. Una santa que además era reina de Portugal, Isabel de Aragón, hija de Pedro III el Grande y esposa del rey poeta (y mujeriego) Dionis de Portugal. Cuando la reina Isabel peregrinó a Compostela quiso hacerlo de manera discreta, como cualquier otra humilde peregrina, por ello escogió una callejuela menos transitada y se mezcló con otros peregrinos. Sus ofrendas al apóstol se encuentran en el museo catedralicio, entre otras son ricos bordados y la corona de reina. Por eso esa calle se llama de la Raíña, en homenaje a la reina portuguesa.
Su historia, la de Isabel de Aragón, la de Santa Isabel, acaba de aparecer novelada de forma magnífica por María Pilar Queralt del Hierro, espléndida novelista de temas históricos, bajo el título de La Rosa de Coimbra, publicada por Styria.
Queralt no solo cuenta la peregrinación de Isabel de Aragón a Compostela, sino que despieza la vida de una chiquilla convertida en reina de Portugal hasta serle reconocida su santidad. Lo que más me impresionó de la novela fue la capacidad de María Pilar Queralt para describir la vida de una santa de una manera tan terrenal, en la que la sexualidad, los hijos bastardos, las disputas fratricidas se combinan con la pureza, el recogimiento y el trabajo diario. Espléndida.



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