El Chino

Uno de los libros que más me llamó la atención en las últimas semanas fue la última novela del escritor sueco Henning Mankell, El Chino, editada por Tusquets. Mankell es un escritor conocido, no solo en su país sino en todo el mundo, gracias a su serie de novelas policíacas, nueve, que protagoniza el ya famoso inspector Kurt Walander. Los aficionados al género conocen muy bien como se las gasta el inspector y la calidad literaria del escritor sueco.

Henning Mankell cambia de protagonista en El Chino. En este caso es una mujer, una jueza, quien se inmiscuye en una investigación que no le corresponde, sobre un brutal asesinato múltiple cometido en una pequeña localidad de su país. En la novela, Mankell no solo perfila de forma impecable los personajes sino que mantiene la tensión narrativa hasta el final a pesar de que, a partir de la mitad de la novela, se explaya en explicaciones con trasfondo ideológico sobre el maoísmo y la sociedad China inmediatamente anterior a la celebración de los Juegos Olímpicos que organizó el verano pasado. Pero sus disecciones también dan claves para conocer la situación actual de la justicia sueca y como se vivió, desde la piel de los obreros (habría que decir esclavos), la construcción del ferrocarril que cruzaría los Estados unidos de América de costa a costa, allá por 1865.

El Chino es una novela absolutamente recomendable. Por eso os adjunto la sinopsis que figura en la solapa y que la propia editorial tiene colgada en su web.

Una helada mañana de enero de 2006, un fotógrafo hace un descubrimiento aterrador: en el pueblecito sueco de Hesjövallen aparecen brutalmente asesinadas diecinueve personas. La policía sospecha que es obra de un perturbado; pero la jueza Birgitta Roslin, que se interesa por el caso en cuanto sabe que entre las víctimas figura la familia adoptiva de su madre, sostiene otra teoría. Una cinta de seda roja encontrada en la nieve le pone en la pista de un sospechoso llegado de fuera, y de una inquietante trama oculta que parece arrancar en Pekín. Birgitta ignora que todo se remonta a una vieja historia del año 1860, cuando miles de chinos fueron llevados a Estados Unidos a trabajar casi como esclavos en la construcción del ferrocarril en la costa oeste. Las consecuencias de esa dramática odisea, encarnada en los descendientes de los hermanos Wu, San y Gou Si, llegan hasta la conflictiva pero poderosa China del siglo xxi, donde cruentas luchas de poder en el seno del Partido Comunista Chino están decidiendo el futuro del país a las puertas de los Juegos Olímpicos. Pero su persecución del asesino, en solitario y al margen de la policía, se interrumpe en cuanto Birgitta siente en la nuca el aliento frío de quienes quieren acabar con su vida.