Códice Calixtino. ¡¡Que lo roben otra vez!!
Apareció el Códice
Calixtino. Un nuevo milagro se ha producido relacionado con el mito xacobeo. Muchos
comentarios de toda índole he escuchado
desde entonces, incluso apreciaciones dogmáticas salidas de bocas que ignoraban
hace algo más de un año la existencia del Códice. Vayamos por partes.
La policía no es tonta.
El Códice no apareció, fue encontrado gracias a una labor de investigación que
acabó de manera exitosa. Algunas voces gritaron a los cuatro vientos “hasta el
más tonto sabía que el electricista era sospechoso y la poli tardó un año en
detenerlo”. Lo importante no era el electricista, o el ladrón glamuroso de
guante blanco ansiado por lo más chic de las tertulias capitalinas, lo único
importante era el Códice. Felicidades a la Policía.
Los tertulianos chic
capitalinos son tontos. El electricista es el ladrón perfecto, de película, de
novela thriller o negra, de intriga o psicológica. El electricista es un crack.
Señores tertulianos de películas baratas o efectistas con espías con frac y
pajarita, la Gioconda
fue robada del Louvre por el carpintero italiano que había sido despedido unas
jornadas antes de perpetrar el hurto (queda más bonito poner “robo”, es más
literario y más cinematográfico). El susodicho carpintero guardó a la
intrigante dama en una maleta, que escondió debajo de su cama, durante tres
largos años e incluso cruzó Francia en
tren hasta Florencia con ella a cuestas. Nuestro electricista guardó el Códice
entre otros trastos viejos con cierto cariño, protegido por papel de periódico
y dentro de una bolsa de plástico.
Los responsables de la basílica
compostelana siguen sin saber qué tienen entre manos. Al recuperar el Códice,
los canónigos de la Catedral
de Santiago han anunciado que el Códice va a ser guardado en lugar secreto,
conocido únicamente por dos o tres personas. ¡¡¡ Qué lo roben otra vez!!! ¡¡Pero
bueno!! El Códice es patrimonio y el patrimonio debe ser compartido y accesible
a todo el que lo quiera ver y disfrutar, lógicamente con todas las medidas de
seguridad para evitar su deterioro y nuevos hurtos.
El mito. Para alimentar
el mito en la actualidad basta escuchar al periodista y escritor, buen amigo,
Javier Sierra en cualquiera de sus intervenciones mediáticas o leer su novela “El
ángel perdido”.
Para alimentar el mito también cualquiera de mis libros con Xosé
Antonio Domelo, “Mitos, ritos y leyendas de Galicia” o “Santiago de Compostela.
¿Después de abrazar al Santo que?”, o el más reciente que he publicado “100
cosas que hacer en Galicia”. Para conocer el mito cualquiera de los trabajos
del historiador e investigador Fernando López Alsina, de la Universidad de
Santiago. Para verle los pies, de barro, al mito el imprescindible libro “Los
mitos del apóstol Santiago” escrito por la catedrática de Historia Moderna de la USC Ofelia Rey Castelao.
Los editores tienen tema.
¡¡Qué encarcelen a Dan Brown!! No. Dan Brown, como muchos otros escritores de
novela histórica, mejor o peor, con más fortuna o menos, con o sin gloria, simplemente
“novelan”, hace ficción. Si el caballero quiere escribir sobre el Códice
Calixtino, ¡que lo haga! Vendrán miles de visitantes más de los que ya vienen a
Compostela aunque el escritor diga que las fotos del su Códice son en blanco y
negro.
¿Se imaginan que en el Louvre, tras el robo de la Gioconda por el carpintero despedido, decidieran guardar el cuadro de Leonardo da Vinci en lugar secreto? ¿Qué han hecho en el Louvre? Cambiar y reforzar la seguridad.
Parabéns pelo teu excelente mensagem.
ResponderEliminarAbraço luso
Manel
Obrigado, Manel.
EliminarAbraço galego.
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